Establecer un buen balance entre la vida privada y el trabajo implica establecer una adecuada combinación entre el tiempo que invertimos trabajando y el tiempo que invertimos viviendo fuera del trabajo.
Significa asegurar el tener tiempo suficiente para dedicarnos a nosotros mismos, sin que eso implique dejar de hacer el esfuerzo necesario en el trabajo para tener éxito. Tiene que ver con la capacidad de disfrute y felicidad en ambos escenarios, tomado en cuenta que mantener ese equilibrio le aporta múltiples beneficios a nuestra salud física y mental.
Cuando nos sentimos felices y cuando nuestra vida está llena de intereses individuales que nos gustan y divierten, tenemos mayor motivación y voluntad, lo cual se traduce en una mejor productividad laboral.
Somos nosotros los responsables de garantizar este equilibrio y de mantenerlo. Para ello debemos estar atentos a las siguientes sugerencias:
El equilibrio de la vida laboral es importante tanto para ti como para la empresa. Si dedicas tiempo a crear un buen equilibrio, puedes mejorar tu felicidad, tu productividad y tus relaciones y de esa manera evitamos la acumulación de emociones displacenteras que más adelante se pueden convertir en enfermedades. Hagamos honor al lema de la compañía “Más Vida, mejor Vida”